Mi nombre es Oscar Montes, y nací en un pequeño pueblo a los pies de un gigante llamado Peñamayor, en Laviana, Asturias. Desde que era un niño travieso, siempre me ha encantado capturar el mundo a través de una lente, aunque mi primer equipo era más bien modesto: una diminuta cámara compacta, que usaba cada vez que encontraba un carrete por casa. ¡Qué gran aventura era encontrar un carrete escondido en algún cajón!
El verdadero cambio ocurrió cuando los teléfonos Nokia llegaron a mi vida, el Nokia N95 me permitió seguir persiguiendo momentos sin depender de los dichosos carretes. ¡Ah, la libertad!
Con el tiempo, mi afán por capturar la esencia de lo que me rodeaba creció, y me sumergí en un universo mucho más grande: el de las cámaras avanzadas.
Primero fue una Kodak EasyShare Z8612 IS, fue con esa cámara con la que hice mi primera foto de larga exposición una noche en La Pola, después de una buena nevada.
Como no tenía trípode, coloqué la cámara en la repisa de una ventana, presionándola con las manos hacia abajo para evitar que se moviera, el resultado me dejó tan impresionado que supe, en ese instante, que había encontrado algo verdaderamente fascinante en la fotografía de paisajes.
Luego, me sumergí en el mundo de las cámaras reflex con una Nikon D90, pasando por modelos como la D7200 y la D750, hasta llegar a la poderosa Nikon Z6II, mi fiel compañera de hoy en día.
Me apasiona capturar los momentos más efímeros de la naturaleza:tormentas que parecen rugir con furia, la nieve cubriéndolo todo como un manto misterioso, las puestas de sol que pintan el cielo de mil colores, las cascadas que rompen el silencio y los bosques que guardan los colores del otoño.
La naturaleza, con todos sus caprichos y maravillas, es mi musa, y a través de mis fotografías intento atrapar esos momentos fugaces que parecen escaparse entre los dedos.
